Con los últimos racimos de la moscatel del año, a primeros de septiembre, pequeños, en gran parte pasificados, numerosas familias en la Axarquía elaboran su vino dulce, que ayudará a pasar el invierno.
Siempre ha tenido fama el de Cómpeta, de forma que normalmente se conoce como vino de Cómpeta o, en caso de rivalidad cainita , vino del terreno. Un terreno que son terrazas de pizarra y monte bajo, por darle un barniz de terroir al vino. Uva pisada, fermentada, trasegada y embotellada de forma totalmente natural y artesanal.
A partir de 3 euros puedes conseguir una botellita.
Sorprenderá a algunos el frescor que tiene en nariz, su gracia en la boca. El enigma se soluciona con sencillez: prueben una auténtica pasa moscatel de Málaga, secada al sol, y verán que, al contrario que esas pasas sultanas, en la carnosa uva malagueña palpita aún con vida ese frescor. El paso en boca es ligero, no llega a empalagar, aunque le ayuda sobremanera ser acompañado de unas migas, a ser posible con sus coquinas y su ensalada ajoarriera.