RUTA DE "EL ACEBUCHAL"

Total Recorrido

Tiempo

Altitud partida

Altitud mínima

Altitud máxima

28.438 m. (*)

4 h.

632 m.

410 m.

780 m.

(*) En coche haremos 17.094 metros y a pie los 11.334 restantes.
 
La ruta comienza como es nuestra costumbre en la Plaza Almijara. Consta de tres partes diferenciadas (dependiendo del tiempo para caminar y de las ganas o el cansancio).
 
La primera y la última la podemos hacer en coche para aligerar su prolongación en el tiempo y conforman la ida y la vuelta de la segunda parte de la ruta, la que hemos denominado de El Acebuchal.
 
Portichuelo
Tras la salida nos dirigimos hacia el Portichuelo y tomamos la carretera de Torrox. A la altura de la Cruz de Zarja, si vamos caminando, tomamos la senda antigua del Camino de Zarja que nos llevará al Pulido, en el mismo comienzo del carril de la Fábrica de la Luz, junto al helipuerto. Si vamos en coche continuamos por la carretera hasta llegar al mismo punto.
 
Patamalara
Tomamos el carril hasta, tras cruzar el Río Patamalara y unos metros antes de la Fábrica de la Luz, llegar a la intersección con el carril que bordea Cerro Verde y que pasando por el Acebuchal acaba uniéndose con el carril de la sierra al Oeste del Cerro del Fuerte.
A unos quinientos metros de esta intersección siguiendo el camino antes descrito, al llegar al terreno arcilloso hacemos un alto para dejar el vehículo bien aparcado (si hemos venido en él) para que no moleste a otros usuarios porque en este punto comienza la segunda parte de nuestra ruta. En este primer tramo hemos recorrido aproximadamente 8 kilómetros.
 
La mata del Reol
Si hemos venido en vehículo también podemos aparcarlo junto a la antigua Fábrica de la Luz donde hay más espacio con lo que el camino se alargaría poco más de un kilómetro. Tras prepararnos, tomamos la senda que muestra la fotografía y que discurre por el monte llamado por los lugareños “La mata del Reol” entre abundante romero y jara y salpicada de aulagas. Si la subida la hacemos a finales de abril, mayo o principios de junio (dependiendo del tiempo que haya hecho) podremos disfrutar de una explosión de color y aroma que inunda toda la senda salpicada del color lila de los esbeltos iris que abundan por toda ella. Incluso en el mismo camino nos encontramos flores y plantas que tendremos que esquivar para no dañarlas.
Mientras ascendemos, en los obligados altos para tomar oxígeno, hacia la costa observamos las tierras de labor, viñedos y olivares con abundantes casas de campo y Torrox al fondo; hacia el Oeste los Cerros de la Juliana; al Norte la profundidad inmensa de la sierra invitándote a soñar en ella.
 
Collado
Tras cuarenta y cinco minutos, siguiendo la senda y con el obligado cuidado de no salirnos de la misma (en algunos tramos, hacia la izquierda, la pendiente es pronunciada) llegamos a un pequeño collado. Aquí se impone un alto en el camino. Camino que nos habla del gran incendio que asoló todo el monte hace años y del que poco a poco se recupera; camino que nos invita a cuidar el tesoro de sierra del que estamos disfrutando.
Desde esta pequeña atalaya donde un solitario pino señorea su esbelta figura, observamos al frente el cerro de El Fuerte, abajo, junto al arroyo, algunas construcciones de El Acebuchal. A nuestras espaldas las Julianas siguen observando nuestro paseo.
 
Collado de Panduro
A la derecha sale una senda casi perdida que baja hasta El Acebuchal, pero nosotros continuamos a la izquierda bordeando el cerro. La senda llanea y desciende ligeramente hasta la loma siguiente donde inicia una ascensión suave hasta el Collado de Panduro. Mientras subimos, a nuestra derecha, va quedando atrás el Fuerte para dar paso al Cisne, Pichirri, Panizo y otras elevaciones que iremos conociendo.
Llegados al collado, nuevamente damos vista al valle que forma el Barranco de Moreno, ocupado por las Lomas del Daire que, majestuosas, ascienden hasta los pies de Cerro Lucero.
 
Collado de Páez Blanca
Este punto es el más alto de nuestra ruta que a partir de ahora descenderá mientras bordea el Cerro Verde hasta llegar a Páez Blanca.
A unos cien metros del collado finaliza la senda estrecha para convertirse en un camino amplio (antiguo carril usado para la saca de madera de los incendios). Detenerse un momento y observar el paisaje es una delicia para la vista.
 
También aparece nítida a nuestros ojos la senda que partiendo de Páez Blanca desciende hasta el Cerro de los Hornos, cruza el Barranco Moreno y asciende hasta unirse con el carril que baja de la Casa de la Mina a la Fábrica de la Luz. Esta senda es una posibilidad para acortar la ruta.
Siguiendo el camino, nos encontramos con dos pequeños manantiales que sirven de abrevadero a cabras, jabalíes y otros habitantes de la sierra.
Si la senda la hacemos en verano hemos de recordar las recomendaciones que hicimos al principio respecto a los lugares que tienen agua.
Al poco llegamos al collado de Páez Blanca (720 m), donde convergen numerosos caminos y los carriles de Cómpeta, a nuestra izquierda, el de Frigiliana, a nuestra derecha, y el que viene de Venta Panaderos, al frente.
 
Nosotros tomaremos el carril que baja hacia el Sur, el de Frigiliana. Mientras bajamos, al Este, el valle del Higuerón y los montes que lo conforman aparecen invitándonos a una fiesta de vida y color.
 
Venta Cebollero
Tras varias curvas a izquierda y derecha, siempre en descenso, en la confluencia de dos barrancos nos encontramos las ruinas de la Venta Cebollero que muestra señales de un tímido intento de reconstrucción. A la izquierda del barranco dejamos un camino que conduce a una explotación apícola; nosotros lo cruzamos y continuamos por el carril, ahora ascendiendo y tras una curva, a la izquierda nos encontramos con otras ruinas y a la derecha un camino que baja hacia el Barranco de El Acebuchal.
 
Tomamos este camino y nos sumergimos en el barranco por su curso, casi siempre seco, durante poco más de un kilómetro.
Por aquí, como es lógico, la vegetación lo llena todo, pinos, adelfas, juncos, romero…
 
Acebuchal
Innumerables plantas y flores jalonan nuestro paso hacia la aldea de El Acebuchal que, de repente, entre pinos, nos encontramos al poco.
Llegados al carril que cruza el barranco, (es el mismo que tomamos al inicio de nuestra ruta) lo seguimos a la derecha. Bajo el carril nos encontramos con la aldea de El Acebuchal que se encuentra en proceso de reconstrucción. Si paseamos por su calle central pisaremos un empedrado mantenido durante siglos y que llenaba las calles de Cómpeta cuando el cemento era un desconocido.
 
Siguiendo el curso del carril, siempre inmersos en plena sierra, disfrutando de excelentes vistas, llegaremos al punto de partida de nuestra ruta a pie. En total habremos empleado aproximadamente 3 horas, dependiendo del ritmo y de las paradas realizadas.
 
El regreso constituye la última parte de nuestra ruta y consiste en desandar la primera.