Desde hace más de treinta años se viene celebrando esta fiesta, en su origen folklorico-poética, con la finalidad de dar publicidad y renombre a Cómpeta y a sus productos típicos, vino, pasas, miel, etc.

Su espíritu se fundamenta en las fiestas que se celebraban en el pueblo antes de trasladar la vivienda habitual al campo, y en los mismos cortijos durante las largas campañas de pasas y de aceitunas.

El fandango de Cómpeta, y el resto de palos del cante y los bailes, regados con vino del terreno, comida, frutos secos, "tostaos" y hasta aguardiente, flotaban en el ambiente hasta bien entrada la noche.

Cada quince de agosto, el pueblo se viste de fiesta y gala para hacer presente ese espíritu campesino de la alegría festiva.

Durante la mañana se escenifica el rito de la vendimia, el transporte de las uvas en canastas y tableros al lagar y la pisa de la uva en la Plaza de la Vendimia en el lagar construida para la fiesta.

El cante, las Pandas de Verdiales, el fandango rodean la celebración matutina que se cierra con un suculento almuerzo de migas, bacalao asado, uvas, ensalada, y lo que "encarte".

La noche se traslada a la Plaza Almijara, engalanada al efecto, donde hasta altas horas de la madrugada se suceden el cante y el baile de calidad.